Muy buenass!!
Os traigo otra entrevista que hizo la Editorial Libros de Seda. Esta vez se trata de Mhairi McFarlane, autora de una de las novedades que ha salido este mes, "Nada más verte".
L.S. Por favor, háblanos un poco de tu nombre. Cuando nuestro equipo de
lectores comenzó a leer tu novela, pensaron que era de origen indio o, al
menos, del Lejano Oriente. Al final nos enteramos que era escocés. ¿Es cierto?
¿Cómo se pronuncia?
(Entre risas) ¡Me encanta que
suene tan exótico! Se pronuncia «Va-Ree». En gaélico, la unión de la M con la H
suena como una V. Yo tampoco lo entiendo.
L.S. Hablemos ahora de tus libros. ¿Cómo descubriste la novela romántica
contemporánea? ¿Qué fue lo que te llevó a escribir sobre este género y no otro?
En realidad, siempre he sido una
ferviente admiradora de la comedia romántica. La gente suele decir que lo que
más le cuesta a un escritor es encontrar su propia «voz», y este es el género
con el que me siento más cómoda. También sentía que en el mercado había un
hueco para historias un poco más del norte, con un lenguaje más fuerte y no tan
«suave», a falta de una palabra mejor. Cuando empecé Nada más verte, había un montón de novelas chick lit en plan «¡Oh, Dios mío! ¡No me puedo creer que esté
comprando en Prada, trabajé para una estrella del rock, una leyenda viviente, en
Las Vegas!», y quise escribir algo que me resultara más real.
L.S. ¿Quiénes son tus autores preferidos y de qué modo te han influido?
Si visitásemos tu biblioteca, ¿qué libros encontraríamos? Según tu opinión, ¿cuál
es el peor libro que has leído? ¿Y el mejor?
¿El peor? No me cuesta mucho
decidirme porque no me gustó mucho Cincuenta
Sombras de Grey, ¡es tan repetitivo! En cuanto al mejor, me quedo con Orgullo y prejuicio, ¡nunca me canso de
leerla! Los personajes de Jane Austen son tan divertidos y están tan bien
perfilados. Sé que suena a cliché, pero tengo un gusto bastante ecléctico.
Actualmente estoy leyendo Historia Cero,
de William Gibson. Creo que siempre es bueno leer novelas que no se enmarquen
dentro del género que escribes.
L.S. Nos gustaría conocer un poco más tu faceta como escritora. ¿Sueles
imponerte un horario estricto a la hora de escribir? ¿Cómo es un día cotidiano
en la vida de Mhairi McFarlane cuando está trabajando en una novela?
Me encantaría contaros que empiezo
alrededor de las ocho de la mañana y que me paso escribiendo otras ocho horas
seguidas, pero os estaría engañando. Soy un poco desastre en ese aspecto. Me
considero un ave nocturna, así que la inspiración suele llegarme a las horas
más intempestivas y puedo quedarme escribiendo fácilmente hasta las tres de la
madrugada. Cuando un prestigioso guionista comentó en una ocasión que uno solo
tiene un par de horas realmente productivas a lo largo día, y que después de
eso la escritura va cuesta abajo, me sentí mucho mejor. Y he de admitir que
desconfío un poco de la gente que puede pasarse horas y horas delante del
teclado y no ven mermada la calidad de lo que escriben o su inspiración. Aunque
esto también podría ser una manera escandalosa de justificar mis malos hábitos.
Un día en mi vida suele ser así.
Me levantó a las ocho, me tomó un café solo, reviso mi Twitter, mi blog,
contesto correos electrónicos, escribo, escribo, escribo. ¡Una copa de vino!
Escribo, escribo, escribo y me voy a dormir.
L.S. ¿Hay algo en particular que te inspire a la hora de escribir?
(Música, hacerlo en un determinado lugar...)
Suelo crear algunas listas de
reproducción de canciones cuando escribo una novela, pero solo para mí. De ese
modo, si hay una canción que está sonando en una determinada escena de la
historia, la pongo para entrar en ambiente. En este sentido, Nada más verte me resultó muy divertida,
porque usé un montón de canciones de los noventa en la parte universitaria de
los protagonistas.
Por lo que respecta a la
ubicación, tengo un maravilloso portátil ultrafino MacBook Air, que me acompaña
a todas partes, desde el salón de mi casa hasta la cafetería a la que suelo ir
cuando me siento demasiado recluida.
L.S. Según tu opinión, ¿qué elementos esenciales debería tener toda
historia romántica?
Lo primero y principal unos buenos
personajes. Los antihéroes suelen funcionar muy bien en otros géneros, pero
cuesta mucho sacarlos adelante en el romántico. Si alguien no te cae bien no te
vas a preocupar por su vida amorosa. En segundo lugar, yo diría que el humor y
el romanticismo. ¡No quiero sonar obvia! Pero todos hemos visto comedias
románticas en las que no ha estado presente parte de la descripción del
producto. Alcanzar un equilibrio entre el humor, sin tomarte a la ligera el
drama emocional (que es donde reside el romance) puede resultar difícil.
L.S. Hablando de difícil, ¿qué es lo que más cuesta a la hora de escribir
una historia? ¿Y qué es lo más divertido que te ha pasado en tu faceta como
escritora?
Respuesta corta: Terminar lo que
has empezado. Una novela es un poco como una relación; enamorarte es lo fácil,
que dure y mantener la fe en ella, incluso en los malos momentos, lo es menos.
Respuesta larga: La trama. Os
aseguro que la trama es lo peor. Cada vez que leo alguna crítica, en la que
desmenuzan tu trama y terminan diciendo que es predecible o aburrida, me dan
ganas de decirle a la persona que la ha escrito: ¿por qué no lo intentas tú
mismo a ver si lo haces mejor? Sí, sé que eso es parte de mi trabajo, no el
suyo, pero creo que muchos se sorprenderían al descubrir lo duro que es sacar
una trama adelante. Y lo más frustrante de todo es que, si haces bien tu
trabajo, nadie suele notarlo. Pero en cuanto la cosa flojea un poco, te llueven
las críticas negativas). El quid de
toda trama es intentar sorprender al lector, pero sin que resulte poco creíble
o poco convincente. Y lograr eso te lleva muchos dolores de cabeza. Y más hoy
en día, en que los lectores saben tanto que se anticipan a cualquier giro
evidente.
En cuanto a lo más divertido (¡me
encanta esta pregunta!) cuando escribes una escena y en tu interior sabes que
va a ir bien. Estoy muy orgullosa del primer capítulo de Nada más verte. Es una escena en la que pasan un montón de cosas en
un espacio de tiempo muy corto, pero sin que por ello parezca irreal. Las personas
que han tenido rupturas de ese tipo me dijeron que la escena les pareció de lo
más verídica. Y eso es un cumplido enorme.
L.S. Hablemos ahora sobre tu novela, You
Had Me at Hello, la primera que va a ser traducida al español y que llevará
el título de Nada más verte. ¿Qué te
llevó a localizar la historia en Manchester y a escoger a una protagonista como
Rachel, una mujer que está a punto de casarse pero que, en el último momento,
decide romper con su novio?
Bueno, los guionistas siempre
dicen que hay que comenzar en el centro de la acción. Podía haber presentado a
Rachel y Rhys en otro momento más lógico de sus vidas, pero me gustó la idea de
«espiarles» en una noche normal y corriente en la que se pueden recoger muchos
datos de su historia juntos. Ya sabéis eso que dicen de que nadie sabe
realmente cómo se comporta una pareja de puertas para adentro. Y también me
pareció muy veraz que Rachel terminara explotando y pensando «¿Sabes qué? No
aguanto más». Rachel es una mujer muy indecisa que no confía en su propio
juicio. Si quería que actuara, tenía que situarla en un momento en el que casi
se sorprendiera a sí misma por su propio comportamiento. (Podéis
leer las primeras páginas de la novela en este enlace:
http://issuu.com/librosdeseda/docs/nada_m__s_verte_cap_1)
L.S. ¿Has tenido que documentarte mucho para elaborar la historia? ¿Cómo
llevas a cabo esta labor? ¿Cuánto tiempo te lleva escribir un libro como este?
No tuve tiempo ni dinero para una
documentación in situ de Nada más verte,
sino que me serví de los recuerdos que tenía de Manchester así como un montón
de búsquedas por Internet. ¡Alabado sea el Google Street View! En cuanto al
tiempo que me llevó escribirla, fueron años. Era la primera novela que escribía
y el borrador inicial era mucho más serio y crudo. De modo que desde que
concebí la idea, la escribí, la reescribí y por fin la vi en las librerías,
transcurrieron cinco años.
L.S. Sabemos que el proceso creativo es algo verdaderamente mágico y que
requiere una enorme dosis de imaginación por parte del autor, pero, además de
la imaginación, ¿alguna vez echas mano de experiencias personales a la hora de
escribir tus historias o de crear a tus personajes? Y en este libro en
concreto, ¿qué hay de imaginación y qué de experiencias vividas?
Me sirvo de experiencias
personales todo el tiempo, pero si dices esto la gente piensa que hablas en
sentido literal y cree, por ejemplo, que durante mis años universitarios tuve
un mejor amigo como Ben. No funciona así (ojalá la vida produjera tramas
románticas o Bens así como así). Puede que, como les sucede a muchos autores,
lo que tenga sea una memoria de elefante en cuanto a comentarios u
observaciones importantes y haga uso de cosas que mis amigos suelen contarme en
su día a día. Esto puede parecer un poco rudo (siempre les pido permiso si la
frase o el dato puede dar pie a que les reconozcan) pero es necesario. En
realidad todas mis historias son una mezcla de imaginación, experiencias
personales y experiencias de otros. Uno no puede vivir tantas vidas. También
suelo ser mucho de «¿y si hubiera pasado esto en vez de aquello?», por lo que
una determinada escena puede estar basada en algo que me pasó, o que me
contaron, y que he terminado desarrollando en una dirección distinta y que es
pura ficción.
L.S. Cuando comienzas un libro, ¿tienes clara toda la trama y los
personajes desde un principio y te atienes a ello, o en algún momento tus
personajes se apoderan de la historia?
Casi todo está ahí, pero a veces
los personajes hacen cosas que no te esperas y que son maravillosas. En la
novela que estoy escribiendo ahora mismo, hay una escena en la que sale una
postal de San Valentín que apareció de la nada. Me encanta cuando esto pasa. En
cuanto a la trama, leed mi respuesta anterior. Nunca escribo sin tener nada, cuanto
menos, esbozado, tengo miedo a escribir decenas de miles de palabras que luego
no sirvan para nada. Por supuesto que los personajes pueden desarrollarse en un
sentido u otro a medida que avanza la historia, pero aún así siempre tienes que
tener una idea de quiénes son antes de abordar una página en blanco. De lo
contrario puedes encontrarte con que estás contándote la historia al mismo
tiempo que al lector. Y eso nunca debe suceder; el lector está ahí para que le
cuentes una historia que tú ya conoces.
L.S. ¿Qué características NO pondrías nunca en un héroe de novela (o en
una heroína)?
¡Oh, qué pregunta más buena!
Dejando a un lado lo más obvio, como por ejemplo, que sea racista o sexista,
nunca haría a un héroe tacaño porque me parece un rasgo de lo más desagradable
para una primera cita. A nadie le pone una persona así. Por lo que respecta a
la heroína, quizá también sea demasiado obvio, pero nunca idearía una heroína
que se mostrara distante con otras mujeres y que no tuviera amigas por propia
elección. En el mundo de la comedia romántica hay espacio para todo tipo de
protagonistas femeninas, y no estoy diciendo que todas tengan que ser dulces y
cariñosas. Pero este es un género que te cuenta las cosas que le pasan a las
mujeres y si tu protagonista es una bruja fría e insensible a nadie le va a
interesar su historia.
L.S. ¿Cómo definirías tu estilo? ¿Qué es lo que el lector va a poder
encontrar en Nada más verte?
¿Legible? Espero que lo encuentren
divertido y, en algunos pasajes, emotivo. ¡Es lo único que espero, de verdad!
L. S. Hablemos un poco de los personajes y de su entorno. ¿Quiénes y cómo
son los personajes de Nada más verte?
La heroína, Rachel, es una
periodista que cubre los juicios de la Corte de Manchester. Tiene treinta y
tantos y está intentando averiguar qué y quién quiere ser de verdad. Acaba de
romper con su novio de muchos años, y reciente prometido, Rhys, un músico, y,
por casualidades de la vida, su mejor amigo durante la universidad, el
divertidísimo Ben, acaba de mudarse a la ciudad. En cuanto se reencuentran
retoman su vieja amistad y Rachel tendrá que decidir si se trata de una segunda
oportunidad o si es mejor dejar las cosas como están y no pensar en el pasado.
La historia está contada en dos períodos de tiempo, que se van alternando, de
modo que podréis conocer la relación que tuvieron Rachel y Ben en la
universidad —y saber lo que salió mal— al mismo tiempo que leéis lo que les
está sucediendo en el presente.
L.S. ¿Qué
novela o escena te ha resultado más difícil escribir y por qué? ¿De qué novela
guardas un especial recuerdo?
¿Novela? Esa es fácil, la segunda
que escribí, Here's Looking At You
(que en español se titulará Si pensara en
ti, te despreciaría, y que también será publicada próximamente por Libros
de Seda) porque con ella descubrí lo que significan los plazos de entrega. Mi
primera novela la escribí antes de entrar en el mundo editorial.
L.S. Sabemos que esta es difícil, pero, de todos tus personajes
masculinos, ¿cuál es tu favorito? ¿Y de los femeninos?
Sé que no es muy popular entre los
lectores, por razones obvias, pero me encantó escribir a Rhys. Es brusco,
directo y divertido, y no podía dejar de oírlo hablar en mi cabeza. Por lo que
respecta al personaje femenino, me quedo con Mindy. Crear a Mindy fue un
placer. Me hizo reír muchísimo. Estaba tan preocupada porque mi editora dijera
que era un personaje muy pesado y me hiciera quitarla. Pero no. ¡Viva Mindy!
L.S. ¿En qué proyecto estás trabajando ahora mismo? ¿Puedes hablarnos un
poco de él?
Estoy con mi tercera novela. Está
ambientada entre Newcastle y Londres y la protagonista es una heroína pelirroja
llamada Delia, que es un súper héroe en un cómic escrito por ella misma y que
está intentando encontrar la valentía para tomar esa gran decisión en su vida
real. ¡Estoy enamorada de ella!
L. S. Nos imaginamos que la andadura hasta conseguir ver publicada tu
novela, primero en inglés y ahora en español, fue difícil, pero también creemos
que en el momento en que te dicen que tu sueño se ha hecho realidad se te debe
olvidar todo lo malo y quedarte con lo bueno. ¿Qué consejo les darías a las
personas que siguen intentando que publiquen su trabajo?
En primer lugar, que lo terminen.
Pueden seguir retocándolo y cambiando pequeñas cosas (yo lo hice), así que no
me refiero a que tienen que tener algo completamente perfecto. Pero la
diferencia más importante entre los aspirantes a escritores serios y los no
serios es que estos últimos nunca tienen nada terminado que presentar. Una
tercera parte de una novela brillante todavía no es una novela. De modo que,
cuando se sientan preparados, que pulan a conciencia los tres primeros
capítulos de su manuscrito, porque son su carta de presentación para persuadir
a la gente a que lea el resto del libro. Y que también escriban una sinopsis
atrayente de su historia con la que hacer que alguien quiera leer su libro
desesperadamente. Una vez que tengan esas tres cosas, ¡que salgan
inmediatamente a la caza de un agente! Sinceramente, hay tantos caminos para
ver publicada una historia como escritores, y todos ellos son correctos, pero
la predisposición a aceptar las críticas, reescribir y persistir en su sueño
parece ser una característica común a todos aquellos que han sido publicados.
El viejo cliché de que el éxito es fruto de un uno por cierto de inspiración y
un noventa y nueve por ciento de esfuerzo, es cierto.
L.S. ¿Te gustaría decir algo más a tus lectores españoles?
¡Uf! Lo haría si conociera vuestro
idioma. Espero que disfruten de mi libro (esta frase la ha puesto en español).
L.S. Por último, nos gustaría darte una vez más las gracias por compartir
tu tiempo con nosotros. ¡Deseamos de corazón que Nada más verte sea un auténtico éxito literario!
Muchísimas gracias a vosotros, ¡es
maravilloso pensar que mi libro va a ser publicado en español y que mis
personajes van a viajar hasta vuestras casas para conoceros!
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